viernes, 18 de enero de 2013

Rainbow cupcakes


Hola, a todos, hoy les vengo a compartir una receta, bueno en sí no es como la gran cosa. Les contaré, hace algunos ayeres en mi clase de francés una chica llevó la receta de un pastel arcoiris.
Ya saben, ese pastel con muchos colores, soy mala para cocinar pero no para hornear así que me di a la tarea de realizar el pastel.  Quedó algo así:


Y bueno, hace unos días fue cumpleaños de mi tío y le iba a hacer otro pastel, pero el problema es que no sé si es porque no me tienen confianza o que pasa pero según esto a nadie le gusta mi pastel. Entonces decidí cambiarle un poquito y hacer cupakes de coloritos, siguiendo la misma dinámica.

Es super fácil, los ingredientes son:

Caja de preparación de pastel Betty Crocker (de vainilla o blanco, para que se vean los colores)

Y en la parte de atrás de la caja te dice que necesitas, pero de todos modos aquí lo pongo:

  • 1 1/4 de taza de agua
  • 1/2 taza de aceite vegetal
  • 3 huevos
Ahora la parte divertida, después de agregar todos los ingredientes y mezclar perfectamente bien, dividimos la masa en distintos recipientes, considerando que cada recipiente será un color diferente.

Les recomiendo 2 o 3 colores para cupcakes  y 4 o 5 para pastel.
Yo utilicé colorante vegetal líquido, lo venden en el super, y bueno queda algo así

Lo que sigue es preparar tus charolas para cupcakes, ponerle el papelito rojo (o del color que sea) y comenzar a poner cucharadas de cada color hasta llenar el molde del cupcake a 2/3, queda así:

Aquí le había puesto lila y azul clarito,.

Yo los metí al horno unos 15 minutos, y los revisé, ya estaban cocidos pero las faltaba dorarse, los saqué como 5 minutos después.



Y utilizando betún Betty Crocker (super dulce) y una duya les puse el frosting y chispitas para rematar. Y tarán! 



Cupcakes de limón

Hola a todos!  Les voy a pasar una receta para hacer cupcakes y el frosting :)
Decidí que como no tenía mucho dinero para comprar regalos en esta temporada navideña iba a hacer cupcakes y regalárselos a todos a los que les quisiera regalar algo.

Mi primer intento fue para una comida que hacemos cada año, a todos les tocaron dos cupcakes y les encantaron ( o al menos eso me hicieron creer), Marianovksa fue un excelente conejillo de Indias.
Después, en la cena navideña con  la familia llevé una pequeña charolita (y todos se acabaron), es por esto que creo que no soy tan mala horneando cosas y les comparto la receta, la verdad es super fácil y barato, y ¿a quién no le gustan los cupcakes?.

Ingredientes (para 12 cupcakes)

  • 110 g d mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 100 ml de leche
  • jugo y  ralladura de un limón mediano
  • 2 huevos medianos
  • 250 g de harina
  • 225 g de azúcar
  • 1 cucharadita y media de levadura
  • 1 pizca de sal
  • 1 chorrito de vainilla
Procedimiento

Precalentar el horno a 180ºC. Mi horno es super viejito y no tiene nada para controlar la temperatura, mi mami ni se quiso arriesgar y compró un termómetro para horno, pero estoy segura que los hornos modernos si tienen termómetro integrado. Otra cosa importante, es que aparte de ser viejito es súper chiquito, entonces solo puedo meter 12 cupcakes al horno a la vez, así que si quiero hacer más tengo que ir horneando por tandas. 
En un molde tamizar la harina y la levadura y reservar.
En un tazón o bol (grande) o como le quieran decir, batir el azúcar con la mantequilla, hasta que esté cremoso y la mantequilla cambie de color a un amarillo clarito, esto lo pueden hacer con la batidora eléctrica o una de globo. A esta mezcla le vamos a añadir los dos huevos, uno a la vez, y mi mamá dice que es mejor abrir el huevo en otro recipiente, ya que si se nos va el cascarón o el huevo está feo no arruine nuestra mezcla. A este bol añadiremos la mitad de la mezcla de la harina y levadura, esto para evitar que se hagan grumos, luego agregamos la mitad de la leche, el jugo y ralladura de limón, un chorrito de vainilla y una pizca de sal, posteriormente añadimos lo que falta de harina y el faltante de la leche.
Ahora viene la parte divertida, y un poco engorrosa, llenar los cupcakes. Alguna gente utiliza cucharas de helado, o simplemente una cuchara, el chiste es llenarlo a 2/3 partes de su capacidad, y también la idea es que quede planito para poderlo decorar. Hay que dejarlos en el horno unos 20 minutos aproximadamente, y hacer la prueba del palillo (meterlo y que salga limpio), si quieren pueden dejarlo un ratito más para que se doren. Los sacas del horno y los dejas enfriar antes de decorarlos.
Ingregientes buttercream (para 12 cupcakes)
  • 150 g d mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 240 g de azúcar glass tamizado
  • la ralladura de un limón
  • Jugo de un limón
  • Chorrito de vainilla (opcional)
Procedimiento

Batir la mantequilla con el azúcar glass (si lo están haciendo con la batidora eléctrica pongánla en la velocidad más baja y háganlo con cuidado porque el azúcar sale volando y terminas cubierta de azúcar), también tienes que esperar a que todo se integre y que la mantequilla cambie de color a amarillo clarito o blanco, añades la ralladura y el jugo de limón y si quieres un chorrito de vainilla.


Para la decoración hay las típicas duyas de cocina, con distintas boquillas, pero yo en el súper me encontré una duya plástica con boquillas intercambiables, como prefieran ustedes, y por último el toque final, que podrían ser chochitos de colores, chispas de chocolate, confetis, confetis de ositos, de moñitos, brillitos, etc, hay muchas opciones en las tiendas de repostería.


lunes, 14 de enero de 2013

Sobre supervisión de obra


Estando a unos días de terminar mi estancia en Torreón (ciudad fea y aburrida a la que espero nadie tenga que ir nunca), he decidido hacer un balance de mi primer experiencia como supervisora de obra.

1. El vivir en otra ciudad.
Dado mi gusto por conocer cuanto lugar se pueda, acepté sin mayor problema el venir, pero la estadía se alargó hasta duplicarse y confieso no estoy muy contenta con ello. Torreón no tiene gracia alguna, sin embargo sirve como buen punto de partida para conocer los alrededores (que sí son bonitos) así que es posible entretenerse y salir a pasear los fines de semana. La gente es muy amable y, puede ser un poco egocéntrico, pero se siente bien cuando a uno le preguntan de dónde viene y le hacen plática solo por "ser de fuera" (nos identifican muy fácil por el acento). Veredicto: estuvo bien venir, pero no creo ni espero volver.



2. Los viáticos.
El vivir solo te da la libertad de poder escoger lo que quieras para comer ¡y la compañía paga! por lo tanto uno puede darse hilo con todo gusto que se le ocurra, un día comida china, otro cortes de carne. Cuando voy al super echo al carrito todas esas cosas que algunas vez pedí a mi mamá comprar y nunca quiso por caro o porque no se le dió la gana. Tampoco hay que pagar renta, así que si se escoge el lugar adecuado es posible ahorrar lo de los pasajes, o estar cerca de restaurantes y cosas que le agraden a uno. Veredicto: MÁS VIÁTICOS POR FAVOR !!!



3. La comunidad y el ambiente.
Sin duda la gente varía mucho de un lado a otro, sin embargo no hay persona que haya sido grosera conmigo durante este tiempo. Las personas en Torreón son muy amables, pero ciscadas por lo relacionado a los narcos, balaceras, inseguridad. Todos te recomiendan hacer toque de queda en cuanto se pone el Sol, así que el día se termina muy rápido. La vida nocturna está medio muerta, y básicamente no la armas si no tienes un grupo de amigos que te inviten a cotorrear a sus casas. Veredicto: buena gente, mal ambiente.



4. LA OBRA
   4.1 Los trabajadores: tuve la extraña coincidencia de que el residente de obra fuera un chavo de mi edad,    así que no hubo mayor rose o incomodidad. Todos los mais' que se presentaron a trabajar fueron muy considerados conmigo y nunca trataron de hacerme de menos por ser mujer, por joven o por cualquier otra cosa. Como siempre, surgen los imprevistos y te das cuenta que hay gente irresponsable o que no sabe hacer su trabajo, pero es normal hasta cierto grado y así será hasta que cada quien se arme de su equipo de gente de confianza. Veredicto: la gente de obra rifa.
   4.2 Mi desempeño: cuando llegué no tenía una idea muy clara de mi papel en obra, obvio supervisar ¿pero cómo supervisar cosas que nunca he visto hacerse? uno tiene la base académica, pero la práctica es distinta... mucho más compleja. Me imagino que es algo de primerizos, pero al llegar uno no está seguro de la actitud que debe tomar al evaluar un trabajo... creo que lo hice normal para ser la primera vez. Veredicto: la libramos, y bien.
   4.3 El aprendizaje: a veces me ponía como niña a preguntarle el nombre de todo a los trabajadores y ellos tuvieron la paciencia de explicarme los nombres y cómo se hacen las cosas, siempre dispuestos a compartir su experiencia. Ahora sé más de catálogos de conceptos, número generadores y del-estar-en-obra, (básicamente nunca había estado en alguna que me confiriera algún grado de responsabilidad), también aprendí sobre ser jefa y cómo tratar a la gente, no planeo volverme un ogro, pero de ahora en adelante sí tomaré una actitud un tanto más firme. Sé que la cagué en varias cosas, pero ahora ya sé en qué detalles debo poner atención. Mis grandes lecciones fueron: establecerme un parámetro sobre el trabajo en obra y (aprendido un poco a la mala) hacer las observaciones en tiempo y forma, antes de que sea muy difícil hacer correcciones. Veredicto: estoy chava, pero 'ay la llevo.

Él es Don Beto y soy su fan.

Con sus momentos cómodos, de hueva, estresantes y divertidos, no me arrepiento de haber venido a Torreón. También me sirvió como break y una especie de reenamoramiento con la carrera, después de años sentada todo el tiempo frente a la compu, por fin pude salir al mundo real a ver cómo se hacen las cosas y ver que nada es tan solemne y de hueva como te lo hacen parecer en la facultad. Recuperé mis ánimos para terminar la tesis, a ver qué sale.